Viajar en velero, sea con amigos, familiares, solo conocidos e incluso con desconocidos implica, entre otras muchas cosas, la convivencia.
Este concepto de una buena vida a bordo del barco es muy importante y genera un espíritu de equipo que aporta una dimensión diferente: todos y cada uno de los componentes de la tripulación son necesarios para el buen funcionamiento de la embarcación.
Esto, a priori, parece sencillo; sin embargo, es uno de los pilares sobre los que se sustenta el éxito de una semana de navegación en convivencia para obtener una experiencia enriquecedora, dinámica y plenamente disfrutada.La vida a bordo de un velero durante una semana implica una serie de normas que facilitaran la vida a bordo. En el barco, la noción de grupo o equipo es fundamental, desde que nos levantamos para desayunar, hasta el momento en que nos retiramos a descansar al camarote, hay una serie actos colectivos que van a garantizar el buen funcionamiento de la semana.
De esta forma, todas las tareas que se desarrollan en el barco: elaborar el desayuno, los aperitivos, la comida (si no se realizasen fuera del barco), el correcto mantenimiento y limpieza de los espacios comunes y servicios, las compras necesarias para el avituallamiento del barco, etc. todas ellas se realizan entre todos.
De nuevo el concepto de grupo es muy importante y genera un espíritu de equipo que aporta una dimensión diferente al crucero. Todos y cada uno de los componentes de la tripulación son necesarios para el buen funcionamiento de la embarcación; ya sea durante los atraques, donde cada miembro tiene un papel importante, o durante la navegación, donde unos vendrán con conocimientos aprendidos y otros aprenderán y practicarán los aspectos básicos para a gobernar un velero.
La noción de equipo cohesiona y optimiza todas las acciones que se van a realizar durante la semana. En numerosas ocasiones hemos regateado con tripulaciones de otros barcos, y nos hemos visto gratamente sorprendidos al constatar, que al cabo de tan solo tres días, el espíritu de equipo marcaba las diferencias con respecto a otras tripulaciones.
Que gran satisfacción ver las personas compartiendo actividades y diferentes culturas gastronómicas: preparando aperitivos y comidas para el deleite de todos. Personas llegadas de toda la geografía, que sin conocerse o conociéndose al cabo de una semana de convivencia, acaban construyendo vinculos para iniciar una verdadera relación de amistad que puede continuar en el tiempo.
El fondo común es la manera más idónea de gestionar los gastos necesarios al buen funcionamiento de la semana. Cada persona contribuye con una cantidad media generalmente, lo que permite realizar: las compras de alimentos para preparar las comidas a bordo, aperitivos, rellenado de depósitos de agua dulce y combustible diesel del motor, las tasas portuarias, las cenas, las comidas en los restaurantes tradicionales, así como los gastos que se deriven de las visitas a los sitios de interés o arqueológicos que el grupo quiera realizar.
Este fondo lo gestiona el capitán o un miembro elegido democraticamente, conocedor del entorno y de idiomas, lo que facilita enormemente las comunicación en un país extranjero, sin embargo, esto se hace con la compañía y complicidad de todos, pues a fin de cuentas es el grupo, el principal beneficiario de una buena y colectiva gestión del fondo.
Naturalmente, todos los gastos son claros y quedan correctamente contabilizados con sus tickets y facturas.
Es importante el reparto de las tareas y que siempre uno esté dispuesto a ayudar y colaborar, sino pronto comenzarán los problemas. El respeto y la generosidad en los quehaceres no solo no ha funcionado, sino que nos ha aportado numerosos recuerdos inolvidables que perduran en el tiempo.
Os esperamos en Sailboat Cancun !
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